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06 septiembre, 2011

El Elemento

Durante estos tres últimos años he trabajado en diferentes farmacias. Soy Químico Farmacéutico de profesión formal, por lo que al llegar a un local te transformas en el jefe de la farmacia respectiva, lo que te hace tener contacto con muchas personas. Tienes que aprender a trabajar en equipo, entender los diferentes temperamentos y caracteres de las personas, lograr que te quieran y a la vez liderar al grupo de trabajo, es decir, aquello que nunca te enseñan en la universidad. Trabajando allí, traté de indagar en las vidas de aquellos con los cuales trabajaba (auxiliares de farmacia. o vendedores, y otros químico farmacéuticos). Conocí mil historias de vida: de sacrificio, de valentía, también historias tristes. Con estas historias me nutría, me interesaba qué es lo que hay detrás de cada ser humano. Pero lo que más me llamó la atención fue que la gran mayoría, yo diría, un 95%, no trabajaba de forma apasionada en lo que hacía, sino solo apasionados porque terminara luego la semana laboral para poder descansar y así estar con sus seres queridos en casa (incluyendo aquellos que me decían que les gustaba lo que hacían). El 95% llegaba muy lateado el día lunes, pero todos se iban muy felices el fin de semana, sabiendo que podrían compartir con sus hijos, padres, esposos, esposas, pololos, pololas, o simplemente por el carrete que tendrían con los amigos, o porque finalmente podrían dedicarse más libremente a sus "hobbies". 


Creo que ese mundo que conocí, no es tan distinto del mundo en general. No es poco común encontrar personas que no están interesadas en su trabajo sino solo en proveer para ellos o para sus familias. No digo que esto no sea algo muy noble, el querer trabajar para proveer a los hijos, a los cónyuges o a sí mismos. Es algo positivo. No hay duda. Pero lo que siempre me pregunté fue: ¿no podría ser mejor? ¿Por qué no luchar para tener algo mejor? 

¿No les resulta un tanto extraño y poco sensato el elegir estar lateado seis o cinco días a la semana, para solo estar pleno un día?

Últimamente leí The Element, de Ken Robinson. Les diré de qué se trata. Espero no matarles la inspiración para leerlo, sino motivarlos. En este libro explican qué es El Elemento y cómo este cambia vidas. El Elemento tiene dos características y dos condiciones. Las características son encontrar una actividad que te apasione, que ames hacer, que no te imagines haciendo otra cosa sino eso. La segunda característica es que tengas talento y habilidad en aquello que te apasiona. 

Las condiciones son la actitud y la oportunidad. Actitud es perseverar en aquello que deseas hacer, luchar por lograrlo para que finalemente cuando aparezca la oportunidad estés atento y logres tomarla y aprovecharla. Actitud también es creer en lo que haces, darle importancia. Si te apasiona, por ejemplo, dibujar. No mirarlo como un simple hobbie. Debes entender que hay muchas personas que ganan mucho dinero por dibujar. Matt Groening -creador de Los Simpsons-, solo por dejar un ejemplo.

Bueno, esto es solo una parte del libro. En realidad tiene más aristas y más contenido. Pero quise extraer esa parte para el propósito que tengo en este post, el cual es motivarlos a encontrar aquello que los apasiona. Si lo hacen vivirán felices, no solo los feriados, y los días libres, sino todos los días del año. Vivirán motivados porque estarán haciendo aquello que aman. Pero la otra parte del mensaje, es que crean en ustedes, crean en que su trabajo vale. Su trabajo nunca valdrá algo si no lo valoran ustedes, al principio. Actúen con profesionalismo (no es lo mismo que tener estudios universitarios), es decir, con rigurosidad y seriedad. Solo esta idea a mí me llena de fuerza.

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