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28 octubre, 2011

El problema es el industrialismo

Al conversar con otras personas, algunas de ellas integrantes de partidos políticos, llegué a la conclusión de que nadie entendía bien el problema cultural que nos aflige. Creen que el problema de la educación es que es vista como un bien de consumo. Creen que el problema de la cultura es que es vista como un bien de consumo. Creen que el problema de la salud es que es vista como un bien de consumo.



O sea, han simplificado algo sin llegar a una frase asertiva. Influidos por la lógica socialista creen que cualquier cosa que tenga un precio es mala. Sin embargo, estas mismas personas les gusta que les paguen en sus trabajos, y que les paguen bien. Estas mismas personas son las que venden sus libros. Estas mismas personas son las que cobran por hacer clases en colegios y universidades. 

¿Qué quiere decir esto? Que estas personas no tienen una concepción clara de la realidad, puesto que piensan que el mercado es el culpable de todos los males, pero utilizan el mercado en el día a día cuando cobran por sus servicios. 

Hoy en día los artistas no son mal pagados. Lo que los artistas no tienen es comprensión y apoyo. Si eres artista creen que eres cesante, porque se tiene una mirada industrial de la sociedad, en la cual si no estás martillando, si no estás colocando un tornillo en un computador, si no estás administrando una oficina, si no estás cumpliendo 45 horas semanales en un lugar establecido entonces no estás trabajando. 

El artista necesita tiempo, necesita pensar, necesita leer, necesita crear. No por estar así significa que no esté trabajando. Pero lamentablemente, hoy en día, el industrialismo, se ha tomado el pensamiento de la sociedad y piensan que los artistas son flojos o algo por el estilo. 

Los artistas que logran tener éxito son aquellos que son apoyados en su periodo inicial. No son mal pagados, algunos tienen sueldos extraordinarios, ganan mucho más que un ciudadano promedio. Piensen en Rihanna o Eminem ¿No les gusta Eminem? ¿Creen que no es cultura o no es arte? ¿Quién decide qué es cultura y qué no es cultura? ¿Ustedes? ¿Por qué ustedes? ¿No tenemos todos la misma importancia entonces? ¿Ustedes son fascistas? 

La gente tiene derecho a escoger qué artista escuchar y si les gusta su producto lo compran. Tal cual. Como un bien de consumo. Esto hace que el artista entonces vaya mejorando, se profesionalice, porque debe esforzarse por vender su obra. Esto ha hecho que muchos artistas salten a la fama y ganen mucho dinero con su arte. Lo importante es considerar que lo que ellos hacen es trabajo, no es un hobby, no es una entretención, es un trabajo. Sí, Puede ser que ellos se diviertan haciéndolo pero no por eso deja de ser trabajo. 

En educación ocurre un problema similar que ya lo he abordado en entradas anteriores, acá el problema no es que la educación sea un bien de consumo (porque eso es ahora y no hay pecado en ello), sino que no permiten la libertad de mercado y el producto, de esa forma, no puede mejorar. El otro problema es que damos una educación que era útil en el siglo XIX y XX, pero que caducó, está out, no sirve para el siglo XXI y menos servirá para el siglo que viene. 

En salud, el problema no es que las consultas médicas sean un bien de consumo, esto solo ayuda a que los precios bajen y que mejore la calidad. El problema es que la salud esté secuestrada por un grupo de profesionales que dicen que ellos, y solo ellos pueden hace ese trabajo. 

Es extraño que un médico pueda ser cantante, pero que un cantante que tenga los conocimientos y habilidades de medicina no pueda practicar medicina. Si un médico se coloca a cantar y va al festival de Viña del Mar, probablemente todos lo admiren y aplaudan y digan que es multifacético. Pero si un cantante va a una consulta a atender pacientes lo llevarán preso. Eso, queridos amigos, es producto del industrialismo. Este impuso en nuestras mentes la idea de que solo habían ciertas personas aptas para realizar una determinada faena. Que solo ciertas personas podían operar cierta maquinaria. Es un concepto totalmente antidemocrático, pero aceptado por -casi- todos. 

Después vienen los creen que el problema es el capitalismo y hacen muchas protestas, pero el problema real se esconde y de esta forma es imposible llegar a una cura.

No es que la cultura sea vista como un bien de consumo, sino que los gremios tienen secuestrada nuestra cultura: la ahogan, no la dejan respirar, así será imposible expresarse, será imposible tener buena cultura. Salvo que abramos los ojos, y nos demos cuenta de cuáles son los verdaderos problemas. Ese momento será el que determinará el antes y el después en nuestra historia. 

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