Los hombres han odiado por un tiempo
prolongado de la historia a las mujeres y yo creo que todos llevamos a un
misógino dentro. Hace un par de milenios
los hombres se tomaron el poder en la sociedad —aprovechando su mayor fuerza
física respecto a una mujer promedio— y crearon una cultura profundamente
machista, en la cual las mujeres no tenían voz ni voto y ni siquiera podían
trabajar. Jacques Derrida (1930-2004), filósofo francés, fue uno de los
primeros en denunciar esto en el mundo académico denominando a la sociedad
patriarcal y falocrática.
El lenguaje es el primer
configurador de los elementos machistas actuales. Ejemplo de esto es cuando se dice
que una mujer es fácil o cuando se
molesta a un hombre por ser afeminado. ¿Por qué una mujer que se relaciona
sexualmente con varios hombres es fácil
y un hombre que hace lo mismo con muchas mujeres es winner? ¿Por qué un hombre que parece mujer es motivo de burla o
risas y no ocurre lo mismo cuando una mujer se disfraza de hombre?
No sé cuál fue el causante del odio
a las mujeres. Tal vez se produjo por el
temor a que ellos perdieran la soberanía o tal vez fue el miedo a lo diferente.
Es claro que aún se mantienen elementos del machismo en la actualidad, pero creo
que nadie duda que estamos mucho mejor que hace 50 años. ¿Qué fue lo que cambió
todo esto? Surgió el movimiento
feminista que comenzó durante el siglo XIX, este lucharía para que las mujeres
tuvieran los mismos derechos que los hombres.
En la actualidad aún faltan avances
en igualdad de derechos, ya que, en Chile los hombres aún lideran en los altos
cargos y hay más mujeres cesantes que hombres. De todos modos, no me quedaré
aquí, sino que agregaré que la diferencia en derechos ahora es para ambos
sexos. Aunque por muchos años los hombres habían sido los líderes, las mujeres
han comenzado a llegar al poder, de forma significativa, hace más menos medio
siglo, lo cual encuentro genial. Pero
encuentro lamentable cuando veo que repiten los mismos errores que cometieron
nuestros antepasados congéneres. Por ejemplo, muchas veces se ve en ciertos
sectores del retail que cuando una
mujer es jefa prefiere tener empleadas y no empleados. También se ve una
preferencia de mujeres, en relación con hombres en algunas áreas profesionales,
por ejemplo, párvulos y enfermería (en el lenguaje, decimos siempre educadora de párvulos y enfermera). Así también, los hombres han
sido discriminados en su paternidad, ya que la ley chilena da por hecho que los
hijos debe criarlos la mujer en caso de separación, en vez de haber igualdad de
oportunidades en este sentido, existe una clara discriminación a hombres,
cuando, sobre todo, son juezas las que dictaminan las sentencias.
Existe también una exigencia desmedida
a los hombres de hoy. Exigencias que nos confunden y desorientan porque se nos demanda
en todo aspecto. Los hombres ahora debemos ser tiernos, buenos padres, amables,
eruditos, caballeros, tener trabajo estable, pero además ser sexualmente
satisfactorios, rudos y con mucho sex appeal. Además, pareciera que la clásica visión de la mujer como objeto sexual
se ha movido de lugar y ahora son ellas quienes nos tratan como objetos sexuales
exigiéndonos actitud, duración, medidas
corporales (así como cuando los hombres exigían las clásicas tres medidas:
pecho, cintura, cadera) y que cumplan todas sus expectativas (que suelen ser
infinitas).
Mi llamado es que no repitan los errores que
cometieron nuestros antepasados ni los errores de los anticuados machistas que
aún persisten. El feminismo, si
bien generó cambios significativos y profundos en la forma que se ve y trata a
la mujer, tuvo también una externalidad negativa que es el resentimiento
expresado a hombres en la actualidad. De las mujeres que están en el poder ahora
depende entonces si repiten o cambian, de una buena vez, el modelo y cultura de
odio que crearon los hombres en el pasado.
Columna disponible en http://www.mujerypunto.cl/?p=9042
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