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27 octubre, 2011

Clasismo, pobreza y riqueza.

Una vez en "terapia" con un psicólogo relataba que no me sentía una persona exitosa, él me dijo que cómo era posible que no me sintiera exitoso si estaba estudiando en la Pontificia Universidad Católica, venía de un hogar que no era ABC1 y con padres que no estudiaron en la universidad. Para él, el hecho de que un "pobre" llegara a la Universidad lo era todo, porque probablemente él pensaría que mi medio solo me podía empujar al alcoholismo o a la drogadicción, entonces debía conformarme con estar en la Universidad y quedarme callado, dejar de reclamar (aclaro que no me lo dijo con estas mismas palabras). 


Pero yo seguí sintiéndome no exitoso porque pensé que tenía derecho a aspirar a más. Tenía derecho a no sentirme exitoso. Aún no teniendo los medios, aún no teniendo padres universitarios. Vivimos en un país democrático donde todos tenemos la misma importancia, tanto el que está en el nivel económico A como el D.

Lamentablemente, aunque en la letra todos tenemos la misma importancia y los mismos derechos, no lo vemos en el día a día. Existen las visiones clasistas de este psicólogo que les comentaba así como muchas otras. Por esta razón, creo que fue un acierto incluir en la encuesta CASEN la variable felicidad. Debido a que los ricos (y pobres) clasistas tienden a pensar que un pobre solo necesita comida, enseñanza media completa y un trabajo. Olvidan que "no solo de pan vive el hombre", pese a que gran parte de ellos son cristianos católicos. Creen que la pobreza solo es hambre, alcoholismo y drogadicción. Pero una persona puede estar saciada, no tener adicciones, tener estudios y aún así, no estar satisfecha con lo que ha logrado. Se puede ser pobre y tener riqueza material. 

La frustración crece en la sociedad debido a que cada vez tenemos más gente así que le dicen que se quede callada, que se quede conforme, aunque esté apestada de su actual trabajo, aunque esté insatisfecha con su matrimonio. Probablemente le dirán que tiene suerte de no estar cesante y que cuide la "peguita". Probablemente le dirán que tiene suerte de que marido no la golpee, que tiene estabilidad, que no tiene problemas de drogas. 

Mi mensaje es diferente. Yo digo que aspiren a lo más alto. Que no se conformen. Que si es necesario cambien de trabajo. Mi mensaje no es un llamado a ser mediocres sino a ser exitosos. Pero para mí éxito no se traduce en una casa en Vitacura, tener un doctorado, esposo(a) hijos y una mascota. Para mí éxito es ser fiel a uno mismo, lograr los propios sueños, no aquellos que te son impuestos por la sociedad, desarrollarte en tu propio proyecto y no lo que el Gobierno, la Iglesia, tu familia o tu partido político espera de ti.  Creo que eso es la felicidad; y la felicidad es lo más importante al final del día y al final de la vida. 

Cuando llegue la muerte quiero poder decir que soy exitoso y fui feliz según mis propios parámetros. 

3 comentarios:

  1. "La felicidad es lo más importante al final del día y al final de la vida." Toda la razón. La verdad es que al incluirse la variable "felicidad" será interesante conocer lo satisfecho que estamos con lo que somos y, más importante aun, con lo que aspiramos a ser.

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  2. algo parecido me ocurrio, jui al siooloco por estres, le dije q estaba en la ponticuica, y de inamediato muy empatico me dice q el es de la competencia (chuncho) le conte mi horario de actividades y no me creia , segun el tenia como 80 creditos segun lo q decia yo, y q no podia ser... y poco menos q pq no iba al cine y comia popcorn, o pq no iba a una fiesta punchy punchi...y pala prox sesion, q le dijera q podia hacer...obviamente nunca hubo 2da visita al sicoloco...hay mucho clasismo, osea lucha de clases...hasta el feminismo es una nueva forma de lucha de clases ,por genero

    analiza otro tema curioso, el exceso de estereotipos...

    wen articulo, cespedes for president

    el annunaki

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  3. Gracias Daniel y "annunaki" por sus comentarios.

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