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15 diciembre, 2011

Lo inútil de la antipoesía

Nicanor Parra, poeta ganador del Premio Cervantes, inventó la antipoesía diciendo que era para bajar la poesía del olimpo. Lo que Parra no percibió es que de mucho antes la literatura había descendido a la sociedad "normal" y que no había sido necesario la desvirtuación del lenguaje para hacerlo. Las obras de Shakespeare por ejemplo, eran obras de teatro taquilleras que todo el mundo veía. No era necesario hacerlas vulgares para que la plebe comprendiera o les pareciera más atractivo. El mismo teatro de la Antigua Grecia no era solo de los aristócratas, sino que estaba hecho para que el pueblo viera y entendiera. 

No se trata de sacar la poesía del mundo de la aristocracia, ya que no han sido los aristócratas quienes pusieron la poesía en ese lugar tan alto, sino los mismos que dicen estar del lado del "pueblo" son quienes han escrito las obras más oscuras.  En ese sentido, yo no veo en Parra un político, como lo ve Carlos Peña [1], sino que lo veo como un no entendido en política, ya que no ve que los de su mismo lado político son quienes han subido a la poesía a un lugar al cual solo los especialistas la pueden entender, mientras los demás deben conformarse con ver la poesía a la distancia y aplaudir. 

En este sentido, veo una inutilidad en la antipoesía. Nicanor Parra es un buen poeta con un pésimo invento: la antipoesía. 

1. "Parra, el antiaristócrata", Carlos Peña. Columna en el Cuerpo Reportajes del día 4 de Diciembre de 2011. http://blogs.elmercurio.com/reportajes/2011/12/04/parra-el-antiaristocrata.asp

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