Quejumbre
Quejumbre es lo que más hay en un cementerio. Los recién llegados (que tienen un olor imposible) se quejan del encierro, el espanto y la oscuridad. Al paso de unos días se quejan cuando los gusanos comen sus lozanas carnes y gritan– ingenuamente – creyendo que sus familiares los sacarán de acá. Los más viejos reclaman cuando no los vienen a ver o cuando lo único que les traen son flores en vez de una amena conversación o un simple “te extraño”.
Yo solo me quejo de las quejas de los muertos, ya las de los vivos me parecían insoportables.
Yo solo me quejo de las quejas de los muertos, ya las de los vivos me parecían insoportables.
Este cuento -de mi autoría- fue seleccionado para ser publicado en el libro "101 cuentos rescatados del cementerio" de Editorial los 6 Antonio.
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