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13 octubre, 2011

Los [nuevos] derechos de los niños y niñas.

Los derechos de los niños y niñas deben ser extendidos con urgencia. 

Uno de los pilares en mi proyecto de transformación educativa es centrarse en los intereses de los niños y niñas. Algunas personas me dicen que aún no están capacitados para elegir, para diferenciar lo que quieren y lo que no. Es curioso aquello puesto que se les permite elegir si desean una Play Station o una XBOX, pero cuando se trata de cosas serias no se les pregunta qué es lo que desean hacer.



Es anecdótico que les pregunten a sus hijos qué es lo que quieran ser cuando grandes y después ver a los mismos no apoyarlos en sus decisiones. Generalmente los padres sonríen cuando les responden "astronauta", "pintor", "gimnasta olímpico", "piloto de carreras".  Pero a la hora de escoger un colegio no se les pregunte si es realmente lo que ellos quieren hacer, o qué tipo de colegio es el que quieren. Resulta que no todos sus hijos quieren ser dentistas, abogados, ingenieros. Yo planteo la necesidad urgente de ampliar la cobertura de colegios artísticos y la creación de colegios deportivos, de esta forma podríamos tener un espacio para esos potenciales actores, atletas olímpicos, bailarines, etc. 

Es fundamental, necesario, urgente preguntarles a nuestros niños y niñas qué es lo que quieren estudiar, no lo que deben estudiar. 

Necesitamos darle importancia al sector educativo de orientación. 

Muchos niños han demostrado que pueden hacer mucho. Justin Bieber, siendo solo un niño (independiente de si les gusta su música o no) logró desarrollar sus potencialidades, pudiendo llevar su música a, prácticamente, todo el mundo. Sus tweets son más leídos que los de muchos presidentes y políticos del mundo. 

Actualmente necesitamos prestarles más atención, centrarnos en qué es lo que ellos quieren y no lo que los adultos les queremos impones. Mallas curriculares se hacen y se imponen sin preguntar siquiera si es lo que desean. Algunos piensan que son como animalitos que no piensan, no tienen gustos ni preferencias ni emociones. 

Necesitamos cambiar la educación centrada en el interés del profesor por una centrada en intereses del alumno. 

Necesitamos que los colegios sean lugares de aprendizaje y no simples guarderías. 

Necesitamos escuchar a los niños y niñas hoy. Ellos no son el futuro: son el presente. Ellos pueden cambiar el mundo hoy, lo que sucede es que no hemos creído en ellos. Tenemos una gran deuda con ellos. 


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