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18 agosto, 2011

Y mi posición, ¿cuál es?

En estos agitados días en que he estado escuchando, estudiando y analizando las posiciones del oficialismo como las de oposición, es necesario emitir ya una conclusión de lo reflexionado. 

Empiezo explicando que soy un ferviente creyente de de la libertad, la democracia y el capitalismo. El orden es el mismo con el que las nombré. El problema que se ha generado hoy en día es que partimos con un modelo neoliberal en un país sin libertad y sin democracia lo que produjo una enorme segregación, que hace que seamos uno de los países más segregados educacionalmente del mundo. 


La segregación no puede ser buena. No digo que seamos todos iguales, pero todos debemos tener las mismas oportunidades, quien me niegue eso creo que cae en el fascismo. ¿Por qué alguien de La Pintana tiene que tener diferentes oportunidades a alguien que vive en Las Condes? Debiéramos proveer las herramientas para que una persona, no importa sus medios, con esfuerzo y dedicación pueda llegar a tener y ser lo que quiere, pero esto, el Gobierno no lo está dando (con esto entiendan igualdad, no entregar dinero). 

El problema de estos tres ejes es que cada uno se ha llevado mal en Chile. La libertad quedó muy lastimada en la Dictadura, qué decir de la democracia. Esa es la razón por la cual nuestro modelo neoliberal no funcionó. No es el modelo, sino la forma, el método de implementarlo (a la fuerza). 

¿Cómo es posible que un alumno o padre escoja en qué establecimiento estudiar o poner a su hijo si apenas entiende lo que lee (y los profesores tampoco, la mitad al menos)? Este tipo de incomprensión es lo que lleva a que muchos matriculen a sus hijos en colegios malos o universidades malas. Se dejan llevar por la publicidad y el estatus. Sean pagados o no, la gente aún no tiene las bases sólidas para decidir qué colegio es el mejor porque no entienden. 

Dadas estas condiciones es muy difícil calmar los ánimos de estudiantes, apoderados y muchas personas protesten en las calles por una educación de calidad y acabar con la segregación. Hay mucha rabia de por medio y, a diferencia de antaño, ahora existe la libertad para expresarlo. 

Como capitalista encuentro totalmente injusto que colegios que reciben subvención del Estado lucren con ese dinero. También, desde esta misma perspectiva, encuentro injusto que los más pobres, que gastan todo su sueldo deban pagar más impuestos que los más ricos, proporcionalmente. Dicho sea de paso, no creo que los impuestos sean una buena manera para terminar la inequidad. Pero si los van a cobrar, cóbrenlos bien. 

Continúo ahora. La educación sí la veo como efectivo mecanismo para terminar la inequidad o lograr la igualdad de oportunidades. Cómo es posible que se prohíba el lucro en la educación terciaria pero no en la educación primaria y secundaria (que es la educación obligatoria). Encuentro que es una contradicción terrible. ¿Van a apoyar el lucro? Apóyenlo. ¿Está en contra del lucro? prohíbalo. Pero no podemos estar aprobando para la educación más necesaria y urgente y prohibiendo para una educación que ni siquiera es obligatoria. En este punto, encuentro muy contradictorios a los Chicago Boys. 

Debo agregar, finalmente, que me gusta el movimiento estudiantil porque ha instado a la reflexión: en el congreso, en los medios, en el día a día se conversa de este tema. En eso estoy de acuerdo. Creo que los argumentos del movimiento son superiores a los del Gobierno. Sin embargo, no estoy de acuerdo con ninguno de los dos. 

La educación necesita ser transformada. Los estudiantes solo piden cambios en el sistema económico de la educación, pero respecto a los estándares quieren que se mantengan. Aspiran a tener una educación finlandesa, ignorando tal vez las altas tasas de suicidio de esos países en adolescentes. La educación es el mejor motor para terminar con la segregación, pero necesita ser transformada. De momento, tenemos una educación industrializada. Debes estudiar para ser una sola cosa a la vez, para trabajar en un cierto horario, gastar 5 años o muchos más para ser experto en algo. Debes estudiar necesariamente en un colegio. Cuando todos sabemos que la educación más importante es la que los padres entregan, no la de los profesores. 

Los estudiantes solo piden mejorar resultados PISA. ¿Pero quién dice que este test mide todo lo que se necesita en una buena educación o una sociedad feliz en general? En esos países, sigue existiendo jerarquías.

Hay ciertos conocimientos que son los más importantes mientras otros no lo son tanto. Por ejemplo, si alguien quiere ser deportista o artista, tus mismos profesores (los más mediocres) o tus padres te criticarán y te dirán que mejor te dediques a médico o a abogado, o si no te estarás "perdiendo". Con un gremio de profesores que impide que se despida a los peores profesores. Entonces, ¿para qué mejorar un sistema anticuado, poco libre y con mucha mente de asalariado? No gracias, prefiero un cambio absoluto.

Prefiero la libertad, el primero de los 3 ejes de esta nueva y mejorada sociedad. 

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