Otros no les
dicen cosas “feas” a las personas mientras viven, pero son silentes. No dicen algo
a favor, lo cual también está mal, ya que todos necesitamos palabras de
aliento. Algunos solo escuchan retos, amonestaciones durante el día (en el
colegio, en el trabajo, etc.). Necesitamos que nuestros seres queridos (al
menos) nos digan cosas agradables.
La gente en los
funerales suele decir cosas lindas a los muertos. Les suelen rendir homenajes,
premios, tributos, etc., pero cuando han
dejado de respirar y su corazón ha dejado de latir. Esto no está mal. La
familia del fallecido se siente bien cuando escuchan palabras buenas para la
persona que aman y cuando notan que este ha dejado un legado. Pero yo les
quiero mostrar un camino aún más excelente.
Hagamos homenajes a
las personas cuando están vivos. Compremos sus discos, cuadros, libros y difundamos sus
obras cuando estén vivos. Asciéndalos en los trabajos. Valórenlos. Ahora
es cuando lo necesitan. Pronunciemos palabras de aliento a las personas en
cualquier día u hora. No es necesario que sea el cumpleaños ni que
sea una fecha especial. Todo momento es
un buen momento para decir las cualidades de una persona. Digamos cosas
bonitas, agradables. Digamos las cualidades de los demás (los defectos se los
dicen todo el tiempo, las cualidades no), lo que admiramos de los demás,
especialmente a quienes amamos y a quienes nos aman. Hagámoslo cuando sus pulmones aún funcionan y pueden recibir aliento y cuando
sus corazones aún palpitan, para que lo hagan con mayor fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario