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21 noviembre, 2011

Discurso para que el arte sea valorado en la derecha

La mayoría de las personas de la derecha política son empresarios y casi todos apuestan por las carreras tradicionales. Se pueden ver abogados, empresarios, economistas, arquitectos, ingenieros, médicos, sacerdotes (en Chile), pastores (en USA), psicólogos; pero rara vez nos encontraremos con poetas, cuentistas, escritores, pintores, escultores, músicos, etc. 


Quiero hacer esta crítica debido a que percibo que en esta derecha existe una obsesión por la productividad empresarial, por las PYMES, por los conglomerados, por las clínicas, constructoras y consultoras. Esta obsesión por hacer empresas le ha llevado a desconectarse de su sensibilidad artística, y esto mismo es lo que luego le ha traído trágicas consecuencias políticas. 

Vemos hoy un presidente incapaz de articular bien un discurso político capaz de convencer a las masas de que el modelo en el que cree es capaz de resolver los problemas debido a que no cuentan con un fuerte político en el arte, porque en su sector nunca lo han cultivado, apoyado, escuchado o valorizado. El arte no es funcional inmediato, pero a largo plazo es una ayuda fundamental. Es por esta razón que no puede convencer a la mayoría de los estudiantes; carecen de oratoria, carecen de elementos en común que solo el arte podría brindar. 

Creo que la derecha política es culpable de que año tras año salga un miembro de izquierda como ganador en los premios nacionales, internacionales, etc. En Chile, en los últimos 10 años, solo comunistas o personas ligadas a este partido han ganado el premio nacional de literatura. Es extraño esto, pensando que los comunistas representan solo al 6% de la población (tomando en cuenta solo a la población que vota).

Los dos nobel chilenos están relacionados con la izquierda, no a la derecha.

La responsabilidad es de la derecha que nunca ha tomado las riendas del asunto. La responsabilidad es de aquellos padres escandalizados porque el hijo les sale pintor y no economista como todos en la familia.

Hago un llamado a la derecha política mundial a que revaloricen el arte. Que se termine el monopolio cultural de la izquierda (a quienes aplaudo por el manejo que han tenido en este tema). Esto solo le puede traer beneficio a ambas partes. Una derecha política sin cultura artística está manca, no logra ser del todo convincente (a veces nada convincente). 

Existe el mito de que el arte nunca llegará a ser productivo. Pero el arte solo es improductivo para quienes no creen en él. Porque sucede que en una cultura en que el arte es valorizado es imposible que este no dé réditos a quienes lo generan. No solo vivimos de pan, ordenadores, televisores,  insumos, ladrillos, acciones; también necesitamos la contemplación, la creación artística. Para que esto último exista, necesitamos empezar a brindarle más apoyo. Empecemos con el moral, el económico vendrá después, por añadidura. 


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