Hablemos de política y religión

De niño escuché la frase no hablar de política ni de religión. El problema es que cuando no hablamos de algo, se pierde la oportunidad de aprender e informarse,  convirtiéndose en tema tabú finalmente. Eso es imposible que ayude en algo. 

Ahora, debo reconocer que en sociedad cuesta hablar de estos temas porque nadie tiene el suficiente respeto ni la suficiente altura para conversar estos temas sin acalorarse y empezar a decir insultos como "facho", "momio", "rojo", "azul", "comunacho", etc. En una sociedad tan pobre para elaborar sus ideas cuesta dialogar. Es verdad. Pero no por eso debemos perder el sentido: hablar de religión y política es bueno. Lo importante es respetar las diferentes ideas que tiene cada persona. 

Si hablamos de estos temas con respeto y valorando la opinión ajena construiremos una sociedad más democrática, más informada y más justa.